Congreso "Educar hoy y mañana. Una pasión que se renueva"

18-21 noviembre 2015, ROMA

Con motivo de la celebración del cincuenta aniversario de la declaración del Concilio Vaticano II Gravissimum educationis y el veinticinco aniversario de la Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae, la Congregación para la Educación Católica quiere revivir – a través de este congreso mundial – el compromiso de la Iglesia en el campo educativo. Durante los años posteriores al Concilio, muchas veces el Magisterio ha insistido sobre la importancia de la educación y la contribución que la comunidad cristiana está llamada a ofrecer precisamente donde se presenta de forma evidente y no pocas veces dramática una emergencia educativa. En efecto, los centros educativos católicos no son sólo “dispensadores de competencias” pero, precisamente por su naturaleza intrínseca, se caracterizan por ser lugares de encuentro, diálogo y crecimiento mutuo a través de un itinerario de educación para la vida que se abre a los demás con vista al bien común.

Algunos documentos recientes de este Dicasterio y, especialmente, el Instrumentum laboris "Educar hoy y mañana. Una pasión que se renueva"- enviado a las partes interesadas en vista de este Congreso - ofrecen una plataforma ideal para entender y analizar los múltiples desafíos de una sociedad fragmentada en busca de puntos de referencia sólidos. El proyecto específico de las universidades y escuelas católicas se ajusta a estos desafíos, y ofrece una gama de elementos de reflexión en el contexto de la nueva evangelización a través de una atención pastoral renovada y promoviendo iniciativas para una formación integral de todos los actores involucrados en los diferentes sectores de la instrucción primaria, secundaria y terciaria.

Al centro de la misión educativa católica está la creación de un clima de mutuo reconocimiento basado en valores que no son solo afirmados sino vividos en el día a día cuidando las relaciones interpersonales y atendiendo las exigencias y las necesidades de cada estudiante. En esta perspectiva, la enseñanza y el aprendizaje se convierten en un testimonio vivo de apostolado y servicio de la comunidad. A pesar de la pluralidad de contextos culturales y dentro de la variedad de la oferta educativa, algunos elementos comunes superan los condicionamientos externos para afirmar en voz alta el respeto y la dignidad de cada persona y su carácter único frente a una educación de masas que, a veces, atrofia las cualidades y talentos personales, manipula y condiciona las habilidades críticas de juicio y análisis de la realidad.

Siendo conscientes de los límites del conocimiento humano, pero sin cerrar la mente y el corazón, la dedicación a la enseñanza y la promoción de la investigación se caracterizan por un riguroso compromiso con la verdad. En el respeto de las ideas y la apertura a la confrontación, se desarrolla una auténtica capacidad para dialogar y colaborar juntos al servicio de los demás invirtiendo no sólo en las habilidades, sino también en las cualidades humanas, porque el aprendizaje no se limita a una asimilación de los contenidos, sino que ofrece una serie de oportunidades para la auto-formación, el esfuerzo de crecimiento personal y, en consecuencia, de desarrollo de la creatividad y del deseo de descubrimiento, en una dimensión de aprendizaje-servicio (service learning).

La escuela y las universidades católicas, como sujetos de la Iglesia universal, son una presencia real de acogida, propuesta de la fe y acompañamiento pastoral amparando tanto la defensa de la dignidad humana como la difusión del conocimiento. Nos encontramos ante una antropología del anuncio, de la memoria y de la promesa que se manifiesta en el encuentro con el otro, el cual a su vez la enriquece, y comunica a la mirada esa luz de esperanza y fe que se encuentra en la base de todo proyecto educativo. El mundo, en su diversidad, espera más que nunca ser orientado hacia los grandes valores del hombre, lo verdadero, lo bueno y lo bello.

Esta es la perspectiva que la educación católica debe asumir, fomentando el diálogo, incluso donde la pobreza espiritual, el cierre autorreferencial, la proyección negativa de puntos de vista ideológicos y un descenso del nivel cultural comienzan a pesar fuerte en el entorno escolar y universitario. Si por un lado es necesario satisfacer a las necesidades de la economía y la sociedad, por otro lado uno no puede dejar de ofrecer una formación integral mediante el desarrollo de una variedad de habilidades que enriquezcan a la persona humana, la imaginación, la capacidad de asumir responsabilidades y amar al mundo, cultivar la justicia y la compasión, para ser constructores de un proyecto capaz de transformar el futuro. La propuesta de una educación integral, en una sociedad que está cambiando tan rápidamente, requiere una reflexión continua capaz de renovarla y hacerla cada vez más rica en calidad, humanidad y misericordia.

Etapas

Para responder a las expectativas actuales y sobre la base de los principios enunciados, la Congregación para la Educación Católica ha pensado desde hace tiempo, organizar una Conferencia Mundial con expertos de todo el mundo con el fin de tener una visión global sobre la contribución que la comunidad cristiana puede ofrecer en los distintos contextos educativos. En tal organización colaboró la Comisión de Educación de la Unión de Superiores Generales y la Unión Internacional de Superioras Generales de congregaciones religiosas. Durante la Asamblea Plenaria de la Congregación en 2011, recogiendo la invitación del Papa Benedicto XVI, se decidió dar a estos aniversarios su debida visibilidad. En junio de 2012, se realizó un seminario internacional que fue un hito importante en el proceso de preparación de este evento. Este encuentro fue seguido por la Asamblea Plenaria de los miembros de la Congregación que se reunió en febrero de 2014.

Las reflexiones maduradas durante estas reuniones vienen reflejadas en el ya mencionado Instrumentum laboris “Educar hoy y mañana. Una pasión que se renueva”, el cual, a la luz del Magisterio, recuerda los puntos de referencia esenciales y las características fundamentales de los dos documentos cuyos aniversarios nos disponemos a celebrar. Los eventos de 2015 son, por lo tanto, una buena y valiosa oportunidad para recopilar las indicaciones más recientes y trazar las directrices para las décadas futuras. El Instrumentum laboris, de hecho, ha sido preparado para ello y destinado a las Conferencias Episcopales, la Unión de Superiores Generales y la Unión Internacional de Superioras Generales de congregaciones religiosas, las asociaciones nacionales e internacionales de profesores, padres, alumnos y exalumnos, así como los directivos y las comunidades cristianas, para reflexionar sobre la importancia de la educación católica en el contexto de la nueva evangelización. Es una herramienta útil para promover iniciativas de actualización y formación del personal escolar y universitario en esta área tan importante para la Iglesia.

En este marco, el próximo 3 de junio de 2015, se convoca un Foro en la sede de la UNESCO, en París, en el cual coinciden las celebraciones del septuagésimo de la fundación de esa organización internacional y del cincuenta aniversario de la Declaración del Concilio Vaticano II Gravissimum educationis y el vigésimo quinto aniversario de la Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae, como testimonio del objetivo común para el fomento de la instrucción para todos a nivel mundial.

Objetivos de la Conferencia:

  • Ofrecer a las escuelas y universidades católicas un espacio para el diálogo y el debate sobre los desafíos ineludibles que plantea la emergencia educativa contemporánea a nuestra sociedad, a los sistemas de educación y a la Iglesia;

  • Desarrollar una reflexión crítica a la luz de los principios éticos y religiosos sobre estos desafíos y sus repercusiones en todos los ámbitos de la educación dando lugar a todos los actores involucrados en esta área tan sensible;

  • Profundizar - a la luz del Magisterio - las concepciones del hombre y la sociedad que a través de la educación pueden ser propuestas y desarrolladas;

  • Formular recomendaciones y directrices útiles;

  • Expresar juntos, en la Iglesia, un mensaje significativo, esclarecedor y desafiante.

Realización del Congreso

El Congreso Mundial se desarrollará en cuatro días del 18 al 21 noviembre de 2015, y se estructura en tres sesiones. La sesión inaugural y la sesión de clausura son plenarias y se llevarán a cabo en el Aula Pablo VI en el Vaticano.

La sesión central tendrá lugar el jueves 19 de noviembre y viernes 20 de noviembre de 2015 en el Centro Mariapoli de Castel Gandolfo. La OIEC (Oficina Internacional de Educación Católica), al mismo tiempo, desarrollará su Asemblea General en el Auditorium della Conciliazione en Roma.

La sesión central se dividirá a su vez en dos sesiones: una dedicada a la Universidad y la otra a la escuela, con ponencias, testimonios y mesas redondas con expertos de todo el mundo.

La sesión inaugural dará inicio en la tarde del miércoles 18 de noviembre de 2015 con un saludo del Cardenal Prefecto de la Congregación para la Educación Católica y la intervención del Cardenal Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y a continuación seguirá el testimonio de personalidades que han invertido sus energías para el éxito de la educación, ofreciendo una visión general sobre los nuevos escenarios y desafíos, teniendo como punto de partida las respuestas, a la vez numerosas y ricas de contenido al cuestionario del Instrumentum laboris “Educar hoy y mañana . Una pasión que se renueva”.

En la sesión central de los días 18 y 19 de noviembre de 2015 las intervenciones se centrarán en torno a tres temas principales: la identidad y la misión de las instituciones católicas, los sujetos de la educación y la formación de formadores.

En el Centro Mariapoli de Castel Gandolfo se reunirán - en la tarde del viernes 20 de noviembre de 2015 - los representantes de los sectores escolares y universitarios para abordar los retos de hoy y de mañana y ofrecer perspectivas a la luz de los derechos fundamentales de la educación, la libertad de opciones educativas y los muchos carismas religiosos que contribuyen profundamente a la riqueza de la misión de la Iglesia.

El sábado, 21 de noviembre de 2015, todos los participantes, los reunidos en Castel Gandolfo y los que participan en el Auditorium de la Conciliación, se reúnen para compartir el momento final que prevé la participación del Santo Padre. A los participantes también se unirán los representantes de las escuelas y universidades católicas de Roma. El propósito de la mañana en común, es expresar las conclusiones que surgieron durante el Congreso, orientándose con esperanza y confianza hacia el futuro, y apoyados por las palabras del Papa Francisco.

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